Organización trasnacional amigos naturistas (OTAN)

Acaba de finalizar la cumbre de la OTAN en Madrid. Pero me congratulo, como antibelicista que me considero, que la organización militar, a tenor de lo expuesto por los medios de comunicación, está transformándose y tocando campos tan sublimes y sanadores del espíritu como el arte, la gastronomía, la moda o la camaradería mostrada por todos. También se ha visto realzada la capacidad organizadora de nuestro país (la olimpiada ya es nuestra) y la hospitalidad propia de nuestras gentes, mostrada por las multitudinarias muestras de cariño hacia los cercanos dirigentes.

El hecho de que el presupuesto asignado a gasto militar se vea incrementado en todos los países miembros —España hasta el dos por ciento del producto interior bruto (PIB)—, retrayendo fondos de otros apartados; así como el compromiso con Ucrania en forma de la incontable entrega de armamento, lo que parece encaminar el conflicto a un recrudecimiento; la ruptura de puentes con Rusia tildándola de amenaza; o la censura de China y su política geoestratégica, contestada con contundencia por el gobierno chino, han sido todas conclusiones  que han quedado en un insignificante y anodino segundo plano ¿O quizás no?